Uno de los cultivos más
característicos de nuestra zona ha sido el maíz. Importado de
América, comenzó a cultivarse en la Euskal Herria a principios del siglo XVII.
La primera
mención del cultivo del maíz en la cuenca del Bidasoa data de Igantzi de
1634 y de ella puede pensarse que aquella planta comenzó a
cultivarse hacia 1615. El documento se encuentra en el Archivo
Diocesano de Pamplona y se corresponde con un proceso entre el rector
igantziarra, un tal Eguiamendi, y dos vecinos por la negativa de
éstos a cumplir con el precepto de pagar el diezmo, esto es, el diez
por ciento de la cosecha, en este, caso del nuevo cultivo. El
documento tiene la referencia Ollo, 792-21.
En aquel año el rector
de Yanci, un tal Eguiamendi, notificaba al tribunal eclesiástico que
en ese pueblo “como en parte de la montaña y otras partes deste
obispado se siembra y coje como otros frutos mayz y se a acostumbrado
y acostumbran de dezmar del cumplimiento con lo dispuesto por derecho
divino generalmente fuera de ser mucha parte del sustento de dicha
montaña el fructo y coxido de mayz”. Aunque era “la obligación
de dezmar común”, dos vecinos, Pero de Irisarri y Martin de
Zubiri, habían dejado, según el rector, de entregar “el diezmo
del dicho fruto de los años pasados”, por lo que aquél pedía que
fueran “compelidos por justicia”.
En la versión de los
vecinos, sin embargo, se apunta que la raíz del pleito era que el
rector pretendía que se le condujeran los frutos decimales a su
casa, a lo que aquéllos se negaban en virtud de la lejanía de sus
domicilios y de lo novedoso de su pretensión. Las informaciones de
una y otra parte sobre cuándo comenzó a cultivarse la nueva planta
apenas discrepan. El procurador del rector afirmaba “que el fruto
de mayz que agora se coje en el dicho lugar abra diez y seis años
poco más o menos que se introdujo”. El abogado de los dos vecinos
respondía “que de beinte años a esta parte an sembrado mis partes
en las dos piezas en que solían sembrar mijo en algunas de ellas
maiz en lugar de el mijo”.
Los testigos eran de la
misma opinión: unos declararon que la antigüedad del cultivo en el
pueblo databa de 18 años atrás; otros que de 16. Uno de ellos,
Martín de Irisarri, comentó “que el fructo del mayz que al
presente se coje en la dicha villa abra veinte años poco más o
menos se introdujo en ella y antes no lo havía ni conocían lo que
era”.
En otras entradas comentaremos cómo se expandió ese cultivo y las consecuencias que tuvo para la economía de nuestra zona.
Fernando Mikelarena.