jueves, 31 de mayo de 2012

CINCUENTA AÑOS DE LAMINACIONES DE LESAKA: DE VÁREZ A MITTAL



El 16 de junio de 1958 la antigua empresa de Pasajes Ancho PLANEADOS METALICOS, dedicada principalmente a aplanar bidones y otras clases de chatarras, cambia su razón social, constituyendo en Lesaka la nueva empresa LAMINACIONES DE LESACA S.A. La empresa Planeados Metálicos estaba liderada por el ingeniero catalán José Luis Várez Fisa, acompañado de los hermanos Federico y Ramón Lilly dueños de un lavadero de minerales para la obtención de minerales en Lesaca y Juan Lizarriturri fabricante de los célebres jabones “El Lagarto”, siendo los bidones de chapa corrugada la materia prima donde se recibía el material para la fabricación de los jabones y a su vez la materia reciclada.

La actividad de transformación metálica empieza en febrero del año 1960, y a partir de esa fecha es cuando se comienzan a ver los primeros resultados industriales en la planta 600 y en Luberrondo. En el año 1963, se instala en la planta 600 una línea de laminación para ancho de 620m/m, acompañado de un tren R.W.F., posteriormente se añadiría un nuevo tren de laminación Mitsubishi y una línea de electrodeposición en continuo. En Luberrondo se crea la fábrica de tubos.

En esta década de los 60, a Laminaciones se incorporan las filiales: Pesa de Madrid, Industrias Cusi de Barcelona e Imcasa de Castellón y se decide la creación de los Almacenes, repartidos estratégicamente en la península. A finales de esta década se inicia la inversión en la planta de la 1250 de Lesaka y sus líneas de laminado en frío y galvanizado, siendo la primera bobina laminada en junio de 1972. En la planta de Legasa, a su vez, la inversión se dedica en una la línea de pintura y su perfiladora, todo esto acompañado de la creación de la división Perfiles y Cubiertas.

Laminaciones de Lesaca nace con el proyecto de producir 70.000Tn.año y supone la creación de 200 puestos de trabajo. Estas previsiones son superadas con creces a lo largo de estos 50 años. A través de sucesivas transformaciones en las instalaciones, la capacidad de producción se sitúa cerca de las 800 mil de toneladas, llegando a dar empleo a casi 2.500 trabajadores.

A nivel de representación laboral, el 26 de enero de 1962 queda constituido el primer Jurado de Empresa, bajo la tutela de la Junta Provincial de Sindicatos. En el año 1964, en un pionero pacto de empresa, la jornada laboral anual queda establecida en 2.280 horas y el salario medio de un peón en 26.956 pesetas anuales.

El 27 de noviembre del año 1973, Altos Hornos de Vizcaya compra Laminaciones de Lesaca. En el periodo que va desde esta adquisición hasta el año 1992 se potencia la empresa con inversiones en las plantas de Zalain y Legasa. En Lesaka se acomete la renovación del Galvanizado y la ampliación de Electrodeposición, además de mejorar la Red Comercial.

Para asumir la Dirección de Laminaciones de Lesaca, AHV nombró como gerente de la empresa a Fernando Capelastegui, ingeniero de sobrada experiencia en la factoría de Etxebarri. Coincidió su llegada con la huelga del año 73, iniciada esta por la ruptura de las negociaciones por un convenio justo. Durante el transcurso de su mandato demostró sobradamente la fama de hombre duro que le acompañaba. Con él se incorporaron en puestos directivos los ejecutivos, Javier Pérez Agote y Julen Oyarzabal.

La compra por parte de AHV coincide con la época de bonanza económica en la zona y en la empresa. Entre el trabajo directo y el inducido, Laminaciones crea empleo para alrededor de 4.000 personas. Sin olvidar que muchas de las conquistas obreras pasaron por largos periodos de huelgas en la década de los 70.

La última gran huelga, la del año 80, duró 71 días. El origen de esta huelga estuvo en el desacuerdo por la firma del Acuerdo Marco Interconfederal, suscrito por la C.O.E. y los sindicatos UGT y USO, el cual imponía unos topes salariales. Durante el periodo de huelga, los trabajadores ocuparon la Sede del Consejo General Vasco en Donostia y se retuvieron en las oficinas de AHV a sus directivos, todo esto previo al cierre patronal. La consecuencia más positiva de esta huelga estuvo en el logro de la tan sentida equiparación con Bandas de Etxebarri, siendo la subida salarial de un 10%.

El día anterior a su finalización el 6 de mayo, ETA ametralla el domicilio del director gerente de Laminaciones de Lesaca Julen Oyarzabal.

Las huelgas de los años 72 y 73, en ausencia de los sindicatos tradicionales, fueron dirigidas por las comisiones obreras, artífices en aquel tiempo de la lucha de los trabajadores por conseguir unas condiciones laborales y un salario dignos. Con el añadido que la situación político- social que se vivía en Euskadi, en pleno enfrentamiento con el gobierno franquista, tenía una repercusión directa en la actividad laboral. La huelga del año 73, tuvo una duración de 80 días y se saldó con el despido de 32 trabajadores. Entre sus reivindicaciones destacaba la negativa a trabajar en régimen de correturnos.

Posteriormente, en el año 1977, y después de 37 días de huelga, se consiguió la readmisión de todos los despedidos anteriores, tanto por motivos sindicales como políticos. La huelga del año 78, con 17 días de paro, tiene que ver con la firma de los Pactos de la Moncloa y, por fin, la del año 79 en la que tras 56 días, los trabajadores con su lucha consiguen un aumento salarial de 9 puntos por encima del tope impuesto por el Gobierno y, no menos importante, la readmisión de un trabajador disminuido físico, a causa de un accidente laboral.

En julio del año 1991 se constituye oficialmente CSI Corporación de la Siderurgia Integral, que recoge el holding siderúrgico entre ENSIDESA y AHV. A partir de este momento se prepara un nuevo Plan de Competitividad para las empresas siderúrgicas públicas. El proyecto, bajo el auspicio del gobierno socialista de Felipe González, sale a la luz en enero del año 1992.

A consecuencia de la aplicación de dicho plan se produce el 9 de octubre del mismo año la “Marcha de Hierro”, en la que cerca de 500 trabajadores vascos y 244 asturianos recorren las carreteras que comunican el País Vasco y Asturias con Madrid durante 19 días. Al final de la primera etapa en Laudio, se incorporaron 20 trabajadores de Laminaciones y otros 5 de Perfisa a la columna de sus compañeros. Serán cuatrocientos kilómetros a pie en protesta por el plan de reconversión de la siderurgia integral.

El 8 de febrero del año 1995 se forma un nuevo grupo siderúrgico, CSI Corporación Siderúrgica, que engloba tres nuevas sociedades: CSI Planos, CSI Productos Largos y CSI Transformados, siendo esta última la suma de Laminaciones de Lesaca, filial de AHV, y Perfisa, que era filial de Ensidesa. En esta nueva sociedad se establecen cuatro líneas de negocio: Tubulares, Laminación, Construcción y Distribución.

El 3 de marzo del año 1996 el PP gana las elecciones generales y el julio del año 1997, a raíz de la privatización de CSI Corporación Siderúrgica por parte de ese gobierno, nace Aceralia Corporación Siderúrgica y la anterior CSI Transformados pasa a denominarse Aceralia Transformados S.A. Empresas españolas como Aristrain y Gestamp-Gonvarri entran a formar parte del nuevo proyecto que componía Aceralia.

El 18 febrero del año 2002, de la unión de la compañía española Aceralia, la francesa Usinor y la luxemburguesa Arberd nace Arcelor. Nuestra nueva denominación pasará a ser Arcelor SSC España S.A. Se comienza a padecer la filosofía empresarial dictaminada desde Luxemburgo y, fruto de ello, es la venta de Zalain al grupo Condesa. Es durante el año 2006 cuando se empieza a vislumbrar un plan de reorganización interna, tanto socio laboral como industrial, acorde con la nueva forma de gestión de la empresa.

A comienzos del año 2006, la compañía Mittal Steel anuncia una Oferta Pública de Adquisición, OPA, sobre Arcelor. Tras diversos acontecimientos, a finales del año 2007 se crea ArcelorMittal, siendo nuestra nueva denominación ArcelorMittal Lesaka S.A.

Después de más de 50 años de existencia, la antigua Laminaciones de Lesaca, después de ser controlada por el Estado, de vivir privatizaciones, la OPA de Mittal, los planes de competitividad, ventas y adquisiciones, se ha convertido en una planta con una disminución considerable de puestos de trabajo, y dedicada en exclusiva al mercado de productos orgánicos recubiertos, es decir: pintado, galvanizado y electrocincado, Quedando en Legasa la producción de Distribución y Fleje.

Hasta este momento el destino de Laminaciones de Lesaca ha estado dirigido desde: el pueblo de Lesaka, de Baracaldo, Madrid, Luxemburgo, la bolsa de Nueva York y finalmente de Londres, donde vive la familia Mittal, poseedora del 45% del capital del mayor grupo siderúrgico del mundo.

Aurelio Gutiérrez Martín

sábado, 26 de mayo de 2012

BERA, GUERRA CARLISTA 2 DE MAYO 1872


En la revista “Berako Oihua” correspondiente al año 1979, revista que se publica en Bera todos los años coincidiendo con sus fiestas patronales, el desaparecido escritor Julio Caro Baroja terminaba su habitual colaboración de historia local, con una despedida en la que dejaba pendiente para la siguiente aparición de la revista, los relatos y acontecimientos de la entrada en Bera del Pretendiente a rey de los carlistas Carlos VII. Acontecimientos que supusieron el comienzo de la tercera carlista.

Este artículo pretende relatar dichos acontecimientos, no solo de su entrada en Bera el 2 de mayo de 1872, sino también el antes y después de dicha fecha. Alargándola poco más allá del 4 de mayo de dicho año, cuando el Pretendiente sufrió una severa derrota en Orokieta, debiendo por ello retornar a Francia, dando así por terminada su aventura y amago de levantamiento militar.

En lo que respecta al comienzo de la 3ª guerra carlista, algunos autores dan como buena la fecha citada del 2 de mayo de 1872, pero para otros la correcta sería la de julio de 1873, coincidiendo a su vez con la entrada de Carlos VII por Elizondo a España. Sea como fuera, en esta segunda fecha, y más concretamente el 10 de julio, desde Bera huye Manuel Ignacio Santa Cruz Loidi, el cura Santa Cruz, con lo que, una vez más, este pueblo fronterizo aparece en ese cruce de caminos de los acontecimientos bélicos con los que desgraciadamente le regaló la historia.

Ahora bien, a efectos de pagos y liquidaciones de suministros, la Real Junta Gubernativa de Navarra del Ejercito Real, emitió en Estella el 17 de febrero de 1874 una circular de abono de gastos por efectos de la guerra, como fecha del comienzo de la contienda el 21 de abril de 1872.

Desde comienzos del año 1872, era un secreto a voces que se estaban dando todos los preparativos para un alzamiento armado carlista en el territorio español, pero no fue hasta abril de dicho año cuando los rumores empezaron a cobrar forma. La agitación política que se vivía entonces era el preludio de una guerra civil.

Así, desde Pamplona el comandante de Carabineros de Navarra con fecha de 22 de abril manda una circular a los pueblos fronterizos para que en vista del movimiento de carlistas inmigrantes en la frontera se le notifique inmediatamente cualquier novedad al respecto, así mismo notifica que la frontera se reforzará con más carabineros y guardia civil”.

Por los datos y partes existentes, se puede seguir el relato de aquellos días, y así se establecen comunicaciones al coronel de carabineros con sede en Etxalar, en las que se comenta “que el día 23 de abril, y de madrugada una partida de gente armada atraviesa la villa de Bera disparando tiros a los carabineros que les dieron el alto. Aquellos pasan por el puente San Miguel con la intención de dirigirse a Lesaka y Guipúzcoa.

Ante estos acontecimientos y en vista de que en ese día se está avistando gente armada por el monte Larun, se emite una orden para “que en los pueblos cercanos a la frontera se haga un control de las armas existentes, a lo que en Bera responden la mayoría de los caseríos de no hacer entrega de las armas (escopetas), para poderse defender mejor de los malhechores”.

Posteriormente y ante el peligro que podía suponer que las fuerzas carlistas se hicieran cargo de las armas, y por orden del Jefe de Brigada Primo de Rivera, “se ordena y manda un oficial comisionado para recoger todas las escopetas de los habitantes de Bera”.

El 1 de mayo, y por la carretera de Pamplona, y dirección a Etxalar, “se notifica que entre 1.500 a 2.000 hombres al grito de ¡Carlos! y al mando del general Rada, entran en el pueblo pidiendo mil raciones de comida. Se informa que aunque algunos van bien armados y con monturas, la mayoría están sin armas.”

En la madrugada del 2 de mayo, Don Carlos, acompañado por su secretario militar Artajona y sirvientes, y sin tener conocimiento Don Eustaquio Díaz de Rada, Jefe de Operaciones en las Vascongadas y Navarra carlista, pasa a España por Bera atravesando el monte Larun. Antes de su aparición en la Villa descansa en el caserío Artalurta, que desde entonces también se le conocería como Carlos Chapa.

Al mediodía entra en el pueblo fronterizo, donde le estaba esperando el general Rada, por cierto con bastante desagrado, al no haber seguido sus indicaciones de permanecer en Francia hasta nueva orden. Rada consideraba un error su entrada prematura en España sin un ejército que le diera la cobertura necesaria. Y razón no le faltaba, visto lo sucedido en Orokieta. El Pretendiente realiza un pequeño descanso en la casa Lazarobaita, para posteriormente, y acompañado de unos 2.000 hombres, abandonar el pueblo.

Con esta partida, y al llamamiento carlista, abandonaron el pueblo los siguientes vecinos de la villa: Fco Mª Acha, Ildelfonso Larumbe, Nicolás Labrocena, José Mª Arocena, Bruno Iraizoz, Toribio Garde, Francisco Olaechea, Jacinto Olaechea y Félix Larumbe, los cuales, después del desastre de Orokieta, fueron indultados. Entre estos, es de destacar el caso de Bruno Iraizoz, que se convirtió en el mayor proveedor de carne del Regimiento Luchana, y que perteneciendo a las reservas, en la llamada a filas en enero del año 1874 no se incorporó al Ejercito Real.

De los hechos narrados del día 2 de mayo se emiten dos comunicados, uno al Jefe de la Columna de Operaciones que decía:

A la una de la tarde de hoy ha regresado a esta villa la fuerza carlista que esta mañana ha salido vitoreando a Carlos Mª, y con este a la cabeza y acompañado de 12 individuos de la servidumbre, y después de descansar un rato han partido con toda la fuerza por el camino del monte que queda entre Lesaka y Guipúzcoa, lo que participo a usted para lo que le convenga”. Vera 2 de mayo de 1:872, a las 3 de la tarde”.

El segundo se emite al Gobernador de Navarra, y dice lo siguiente:

A la una de la tarde de hoy ha entrado en esta villa de la frontera de Francia, el nombrado Carlos Mª, acompañado de 12 personas de la servidumbre y de la fuerza carlista de unos 2.000 hombres al mando del General Rada y Aguirre, que anoche se presentaron aquí y han salido esta mañana hacia la frontera según ha participado el Jefe de la Columna de Operaciones, lo que comunicamos a usted para lo que crea conveniente. Vera 2 de mayo de 1.872”.

Don Carlos Mª, con mucho entusiasmo pero sin armamento, recogiendo a cientos de jóvenes llamados por sus ideales carlistas, se dirigió hacia Orokieta y Elzaburu, donde le esperaban varios generales, entre ellos Ollo. El día de 4 de mayo el General Moriones, jefe militar de las fuerzas liberales, fuertemente armado y con gran artillería derrotó este alzamiento militar, haciendo prisioneros a cerca de un millar de voluntarios carlistas. Este desastre militar pudo tener unas consecuencias terribles para los seguidores carlistas, puesto que el propio Don Carlos estuvo a punto de perder la vida en su atrevimiento. Se cuenta que abandonó Ulzama a galope, internándose en Francia a través de Alduides el 5 de mayo.

La consecuencia de esta batalla trajo consigo que en los pueblos de la montaña Navarra se ejerciera un mayor control fronterizo, estableciéndose en las mugas diferentes destacamentos de militares liberales. La más importante en la Villa de Bera fue la del Regimiento Luchana, que permaneció a lo largo del año en curso, y donde según una orden del Jefe de aprovisionamiento Julián García, “toda la carne, vino y pan, sustento de la guarnición en Endarlatsa y en el interior de Vera lo aporten entre los ayuntamientos de Vera y Lesaca, en la forma que ellos crean.

Las consecuencias del desastre de Orokieta se recogen en abundantes testimonios de los carabineros de la frontera, testimonios que debían de remitir, en el caso de Bera al ayuntamiento, donde el alcalde J. Martinez de Morentín a su vez les daba el curso oficial. Éste en sus comunicados, y en vista de la extensión del monte Larun, debía de notificar al Jefe de Carabineros, cada vez que había movimiento de carlistas, el mojón más próximo de su avistamiento.

Los puestos de vigilancia durante el mes de mayo y junio se colocaron principalmente en el mojón 23, situado en la parte superior del caserío Marcosenborda, en Tximista, en la borda de Errandonea, en Alzate y en el puente San Miguel, dando la orden a los habitantes de los caseríos de informar todo movimiento de personas extrañas. Desde estos puntos se informaba diariamente del movimiento de carlistas que en retirada pasaban a Francia, produciéndose en algunos casos con enfrentamientos armados entre los carabineros y los huidos.

Por último y en lo que respecta a estos hechos, el 20 de mayo se informa, “que en Alzate se presentan dos carlistas armados que piden 2 kilos de carne, 2 de pan, y 3 litros de vino y que en la frontera hay 8 más, acudiendo en su búsqueda 20 carabineros. A su vez que no han salido del pueblo paisanos para apoyar a los carlistas. No teniéndose a partir de esa fecha información de movimiento carlista armado en la zona.

Afortunadamente en Bera se cuenta con la suficiente información escrita de los hechos ocurridos en la fecha del 2 de mayo 1872, sobre todo gracias al mantenimiento y conservación de la documentación de la época. Agradecer la facilidad y amabilidad mostrada de los que han hecho posible, para que aquello que la ausencia de Julio Caro Baroja dejó pendiente, hoy pueda ver la luz.


Aurelio Gutiérrez Martín

sábado, 19 de mayo de 2012

Bera: sucesos de 1936-1938



Sirvan estas líneas para rendir homenaje y como recuerdo de los carabineros de Vera de Bidasoa asesinados y represaliados en julio de 1936 por haberse mantenidos fieles al Gobierno de la República. Curiosa y trágicamente parte de ellos murieron en Endarlatza, el mismo lugar en el que el cura Santa Cruz sin juicio ni confesión ejecutó a la mayoría de los carabineros que fieles a la primera República, defendían la frontera con Francia en junio de 1873.

Por su fidelidad hacia el Gobierno de la República durante la Guerra Civil, este cuerpo sufrió con especial saña la violencia de las fuerzas mandadas por el coronel Beorlegui en su penetración por la comarca del Bidasoa.

El trabajo sobre los hechos que ocurrieron esos días, está estructurado a modo de partes de guerra, tal y como aparecían en las noticias de la prensa nacional de la época, algunas inéditas y literalmente copiadas del texto original. Estas noticias, se han tomado teniendo a Vera de Bidasoa como referencia, de manera especial las que se hacen eco de los primeros días del alzamiento. Los periódicos que han servido para la documentación han sido: La Vanguardia y ABC.

19 de julio 1936. Cae Vera de Bidasoa. Una gran partida, que se apoderó por sorpresa del pueblo porque quebrantando las más elementales reglas del derecho internacional, hicieron irrumpir por el lado de Francia. Allí un capitán y veinte carabineros fueron también fusilados

20 de julio 1936. El mismo día 20, llegó a Vera de Bidasoa una columna de milicianos procedente de Irún y mandada por el teniente Antonio Ortega, al tiempo que los carabineros de esta localidad se posicionaban en contra del alzamiento militar. Todos estos efectivos abandonaron Vera al día siguiente ante la proximidad de las fuerzas enemigas procedentes de Pamplona. Cruzaron el río Bidasoa a través del puente de Endarlatza y tras ocupar posiciones defensivas en la orilla opuesta lo dinamitaron. Con su destrucción bloquearon la vía de acceso más rápida y directa a Irún y la frontera francesa.

24 de julio 1936. Un viajante socialista relata su odisea en Pamplona,………. En ella marchaban, equipados como requetés, doce curas. Los elementos proletarios de la ribera de Navarra, sorprendidos y sin armas, pudieron ofrecer muy escasa resistencia. Pero hubo una población rica y próspera de la Rioja, donde los trabajad-ores de la tierra, a la desesperada, cortaron el paso a la columna. Ciento cincuenta bajas hicieron al general sublevado. Esa población no existe ya. Fue arrasada por orden de Mola, y todos los habitantes que no lograron huir, pasados a cuchillo…….. nos habla de un grupo de sesenta carabineros de Vera de Bidasoa, que guardan 30 kilómetros de frontera, y que se sostienen, aislados, combatiendo contra las partidas rebeldes. En cambio, los carabineros que estaban en Pamplona se sumaron a la rebelión.

25 de julio 1936. Pío Bajora fue detenido por los fascistas. Esta tarde ha reinado una gran calma en el valle del Bidasoa. Ha pasado la frontera el conocido novelista español Pío Baroja. Ha huido de la localidad carlista de Vera, donde fue detenido dos veces y amenazado por un pelotón de ejecución. Los carlistas estiman al señor Pío Baroja merecedor de tal trato por hacer aserto sobre tendencias democráticas.

30 de julio 1936. Un automóvil ocupado por rebeldes españoles que circulaba por la carretera de Vera de Bidasoa, que se supone ocupada por las tropas del general Mola fue sorprendido por unos migueletes que permanecen fieles al Gobierno de la República. Los rebeldes fueron fusilados por las fuerzas leales. La frontera continúa cerrada para los franceses y españoles que desearían regresar a España. En el puesto de Dancharinea, veinte fascistas intentaron en vano pasar la frontera para dirigirse a Pamplona. En todas partes han sido reforzadas las medidas de precaución. Se prohíbe la circulación a doscientos metros del puerto de policía del puente internacional de Hendaya. El gobernador militar, obedeciendo órdenes del general Mola, ha invitado a las poblaciones fronterizas francesas a que empavesen con los colores franceses, a fin de evitar que los aviones fieles al Gobierno de Madrid no bombardeen dichas poblaciones francesas en el caso de que bombardeen Irún.

6 de agosto 1936. Se confirma el bombardeo de Vera por los gubernamentales puesto que el domingo último unos camiones gubernamentales españoles bombardearon la ciudad de Vera, causando numerosas víctimas. También parece cierto que la falta de víveres en las poblaciones de la frontera causa un gran malestar en la población, que se pregunta qué se proponen los insurrectos con sus métodos de rapiña. Cada día la población civil ve disminuir sus raciones alimenticias.

9 de agosto 1936. Noticias de San Sebastian dicen saberse allí, que a los postres de una copiosa comida surgió violenta disputa entre el jefe militar y el segundo jefe de los rebeldes batidos hace poco en Vera de Bidasoa, coronel Gil de Arévalo y comandante Joaquín Serra. Se cruzaron entre ambos bastantes disparos. Los dos se hallan moribundos.

10 de agosto 1936. Informes oficiales de las autoridades fronterizas señalan el regreso a Francia procedente de Pamplona, del “príncipe” don Carlos de Borbón, que había pasado a España hace poco. Dicho señor penetró en Francia por el collado de Ibardine. Le acompañaban dos personas: un secretario, D. Juan March y un fraile carmelita, que lleva sobre el hábito las estrellas de comandante. Se dirigieron a San Juan de Luz, y dicen que piensan salir en breve con destino a Portugal. Don Carlos de Borbón ha manifestado que se hizo ir a Pamplona para nombrarle general en jefe de la insurrección; pero que los jefes militares facciosos, indignados al saberlo, de dieron veinticuatro horas para salir de España, bajo amenaza de fusilarle en el acto si no lo hacía. El Sr. Borbón, aterrado se apresuró a obedecer la orden.

15 agosto de 1936. En el lugar donde el cura Santa Cruz fusiló en la guerra carlista a un número de carabineros, se presentó un día un avión, que nuestros heroicos defensores tomaron por leal, pues traía puesta la bandera republicana, pero en seguida algunos se percataron de que era rebelde y dieron la voz de alarma en el preciso momento en que el aparato descargaba su metralla sobre los leales. Dio muerte a dos carabineros.

14 de octubre de 1936.Los carabineros de Vera de Bidasoa. Comportándose con la ejemplaridad habitual en este Cuerpo, se pusieron desde el primer instante al lado del Gobierno legítimo. Los carabineros dejaron a sus familiares en Vera de Bidasoa. Los rebeldes, para quebrantar la moral de estos heroicos carabineros, se apoderaron de sus mujeres y de sus hijos y los llevaron delante de sus columnas para que fueran los primeros en caer. El sacrificio de los carabineros fue inaudito, pues a pesar de tener en frente a sus más queridos no se cohibieron y pelearon bravamente.

Entre los horrores cometidos con los indefensos seres familiares de los carabineros de Vera de Bidasoa figura el de haberlos pelado al cero y pasearlos sarcásticamente entre las risotadas de sus verdugos por las calles de la población.

24 enero 1937. Las últimas noticias recibidas en la Oficina de Prensa de la Delegación vasca anuncian que el último domingo fueron fusiladas en Pamplona ciento cincuenta personas y doscientas más en Vera de Bidasoa. Por el mismo conducto se nos hace saber que desde el principio de las hostilidades, y solamente en Navarra, se han ejecutado catorce mil personas por las tropas rebeldes.

10 de setiembre 1938 Hoy se cumplen cuatro años del trágico asesinato de don Manuel Andrés Casasús. En San Sebastián dirigió el periódico «La Prensa», donde con motivo de crudas campañas contra el dictador Primo de Rivera, estuvo varías veces detenido y procesado. Una de sus campañas más célebres en el periódico que dirigía fue la motivada por los sucesos de Vera de Bidasoa, de los cuales fue protagonista el coronel Juan Cueto, que como se recordará, fue fusilado por las hordas de Franco en Bilbao, cumpliéndose hace pocos días el aniversario.

Aurelio Gutiérrez Martín

domingo, 13 de mayo de 2012

BASILIO LACORT LARRALDE



Basilio Lacort Larralde, fue un famoso militar y periodista navarro, símbolo del republicanismo y del laicismo en la Pamplona de 1900, por lo que fue excomulgado varias veces por la iglesia católica.

Nació en Bera el 15 de junio de 1851 y en aquel tiempo su familia materna administraba las casas y posesiones de Etxenikea y Zelaia. Su padre, José Lacort natural de Bierge (Huesca), fue guardia civil y su madre Martina Larralde era natural de Bera. Basilio a la edad de 14 años se alistó en el cuerpo militar de su padre como guardia joven, siendo su primer destino Elizondo.

Basilio Lacort por su participación activa en numerosas conspiraciones antimonárquicas pasó largos periodos en la cárcel, pero en aquella época sobre todo destacó por la defensa a los militares republicanos sublevados, tanto exiliados como indultados, a favor del derecho que tenía a ocupar de nuevo cargos militares, y no únicamente empleos civiles, como ofrecía el gobierno de Sagasta. Basilio Lacort no entendía el agravio comparativo que suponía con respecto a los generales carlistas, que habiendo perdido la guerra, ocupaban algunos puestos de relieve en el ejército, cuando no eran miembros del parlamento.

En 1870 se casó con Juana Goñi Liceaga y habiendo jurado fidelidad al gobierno republicano de Amadeo de Saboya participó activamente en la 3ª Guerra Carlista, pasando de guardia de 1ª clase a cabo de 1ª por sus acciones en las contiendas de: San Antón, Peñas de Arrieta, puente de Dantxarinea, Astigarraga, Allo, Arellano, etc. Siendo así mismo condecorado por estas y otras acciones con la Cruz Blanca al mérito militar. A la edad de 25 años, con el empleo de Alférez y el grado de Teniente del Ejército, combatió en la guerra Chica de Cuba, permaneciendo en la isla del 13 de noviembre de 1876 hasta el 12 de julio de 1878. Fue declarado benemérito de la patria y obtuvo varias condecoraciones, entre ellas la Cruz Roja de 1ª Clase del Mérito Militar. El 5 de Agosto de 1883, participó con su batallón en el fracasado pronunciamiento militar republicano de Badajoz, tras el fracaso entraron en Portugal. Emigrado en Portugal, fue conducido en un buque de guerra a Cherburgo, Francia y de allí a Rennes, capital de la Bretaña.

En abril de 1884 se acercó a la frontera con un grupo de emigrados para secundar el movimiento iniciado por el valiente Mangado, y, fracasado éste, volvió a Rennes. Creyendo Ruiz Zorrilla que Lacort podría prestar servicios a la causa de la revolución fue consultado, y aceptada la comisión que se le confiaba embarcó para Orán.

Puesto allí en inteligencia con los elementos revolucionarios de Valencia, Alicante, Cartagena y Murcia, se hicieron algunas intentonas, siendo la principal la toma del castillo de San Juan de Cartagena, que costó la vida al general Fajardo. Hallándose en Orán, y a petición del gobierno español, fue desterrado a Argel, donde permaneció dos meses, consiguiendo después volver a Orán. Cuando los sucesos de Villacampa se trasladó á Cartagena, donde no pudo desembarcar por la gran vigilancia que ejercían las autoridades, reconocido el barco por tener indicios el gobierno de que abordo pudiera haber revolucionarios, Lacort y un capitán, ocultos en el hueco de la maquina de la hélice burlaron el registro y fueron a desembarcar en Santa Pola a la una de la noche conducidos en una lancha. Sabedor el gobierno que Lacort había desembarcado, se puso la Guardia Civil en su persecución, y en la quinta que en Beniaján tenía Antoñete Gálvez se hallaba cuando recibió las requisitoria el comandante del puesto de dicho punto, por quien el mismo Lacort supo que se le perseguía.

Fracasado el movimiento el 19 de septiembre de 1886 Lacort pudo llegar a Alicante y rembarcarse para Orán, donde permaneció hasta el mes de julio de 1887, en que ya amnistiado, pudo volver a España fijando su residencia en Pamplona. Empleado en el Fiel Contraste y en las oficinas de Estadística de Pamplona, estuvo hasta agosto de 1888, que por orden de D. Manuel Ruiz Zorrilla pasó a Zaragoza, y de allí a Madrid para ser secretario particular de D. Santos de la Hoz miembro destacado del organismo republicano “El Directorio Progresista”, y oficial de la Secretaría de la Junta directiva del partido, trabajando a su vez en el periódico republicano "El País" de Ruiz Zorrilla. Dentro de la lucha legal, representó en las Asambleas del partido progresista, de la Fusión y Unión Republicana, a los republicanos de Navarra.

Cuando en 1880 el gobierno cambió la Ley electoral y concedió el sufragio universal masculino, el femenino no se reconocería hasta el año 1931 con la 2ª República, el Directorio Progresista en vista de la gran división que existía entre los grupos republicanos, contrariamente a lo que pasaba con la Unidad carlista, encarga a Basilio Lacort crear un boletín o semanario que sirviera de unión entre los diferentes grupos republicanos y liberales, empresa a la que se entregó a título personal, llegando a costearla inicialmente de su bolsillo, realizando labores de redactor y editor.

Fijó su residencia en Pamplona, y fundó los periódicos de Pamplona: "El Porvenir Navarro" y "La Nueva Navarra" de los que fue director. También promovió "El Azote" editado por sus partidarios y colaboró en el periódico zaragozano "El Clamor". Periodista republicano laicista, sostuvo frecuentes polémicas con los medios católicos.

Entre sus empresas periodísticas destaca el conocido semanario republicano "El Porvenir Navarro", que apareció en 1898 en Pamplona con el lema "Patria - Libertad – Orden”. Comenzó a publicarse el 1° de mayo de 1898, con una tirada de 500 ejemplares, la mayoría para suscriptores, periódico que desde el primer ejemplar dejó claro su propósito de combatir al clero y al carlismo bajo la consigna” liberales frente a la reacción, republicanos frente a la monarquía. Muy pronto la tirada fue ampliada al millar de ejemplares, habiendo datos de que se repartía en Lesaka y en Endarlatza.

El 11 de noviembre de 1899 fue condenado por el Obispo de Pamplona, Antonio Ruiz-Cabal, (obispo que en el año 1881 favoreció en Bera la Fundación Escolapia), prohibió la lectura del EL Porvenir por contener proposiciones cercanas a la herejía y por lo tanto el que lo leía caía en pecado grave. Pero para el periódico anticlerical esto era falso, puesto que su fin no era atacar a la religión, sino combatir la intransigencia religiosa y defender la libertad de conciencia. La campaña auspiciada por el obispo Antonio Ruiz tuvo el efecto contrario a sus deseos, puesto que las suscripciones a El Porvenir Navarro aumentaron, y una campaña del diario denunciando al prelado por su afición a amontonar riquezas entre otras cuestiones, supusieron su salida voluntaria hacia su Andalucía natal.

Al frente de la diócesis de Pamplona a Antonio Ruiz-Cabal y Rodríguez, el día 14 de noviembre de 1899, le sucedió otro Obispo, el agustino Fray José López Mendoza y García, que llegó a excomulgar nominatium a Lacort y de forma genérica, a cuantas personas escriban, sostengan, editen, vendan o lean El Porvenir Navarro. La amonestación canónica se publico en el Boletín Oficial eclesiástico el 28 de noviembre de 1900, y el Gobernador Civil de Pamplona, Genaro Pérez Moso, suprimió "El Porvenir Navarro" el 8 de diciembre, después de haber logrado el propio prelado la adhesión popular en una manifestación callejera contra Lacort ese mismo año.

En la defensa del obispo destacó Juan pedro Arraiza, el cual siendo diputado navarro y a través de la Asociación san Luis Gonzaga, se dirigía a la juventud en defensa de la región católica y de su obispo. Este obispo en su momento, tras una disputa con el director del periódico “Diario de Navarra” prohibió a los sacerdotes su lectura, lo cual dice mucho de su intransigencia.

Posteriormente el Gobierno Civil autorizó a Lacort la publicación de un nuevo semanario que titulo "La Nueva Navarra", que también fue condenado. Su publicación provocó la aparición de una réplica integrista llamada "La Vieja Navarra" semanario aparecido en Pamplona el 23 de diciembre de 1900, dirigido por Benito Valencia, abriéndose un periodo de fuertes controversias, la mayoría subidas de tono, lo que le valieron al periodista anticlerical su segunda excomunión.

A tenor de la polémica apareció en Pamplona en el año 1901 una nueva publicación el semanario "El Azote", defensor de Lacort, al que el obispo acusó de defender los errores modernos como "el sufragio, el jurado, la tolerancia religiosa, los actos civiles, la secularización de los cementerios, la libertad de emitir libremente cada cual sus ideas de palabra o por escrito...", En sus réplicas, Lacort argumentaba no tocar el tema religioso sino únicamente el clerical. Lacort, dice Lecea, "vino a ser una especie de símbolo del republicanismo y del laicismo, con todo lo que esto debía suponer en la Pamplona de principios de siglo". Fue acusado de cometer errores de modernidad por defender: el derecho al sufragio universal, el jurado popular, la tolerancia religiosa, la secularización de los cementerios y la libertad de poder emitir cada cual sus ideas, bien orales o por escrito.

Sus polémicas fueron ampliamente comentadas en la prensa de Madrid y provincias. Como político, fue en varias ocasiones candidato al Congreso, pero nunca logro el acta de diputado. Durante los primeros años de la centuria, Lacort fue además el instigador de las principales manifestaciones republicanas que hubo en Pamplona y el aglutinador del pequeño cuerpo electoral que expresaba ese pensamiento en los comicios, y logró sacar algunos concejales por la capital.

Para hacerle frente, la ultraderecha católica editó “La Vieja Navarra “y “La Solución”. Del periódico La Solución hay que decir que fue el proyecto de diario más breve de la historia española, pues salió a la calle el 17 de mayo de 1901, y tras nulas ventas, al día siguiente desapareció para siempre.

En 1903 asistió a la Asamblea de Madrid de la Unión Republicana. Basilio Lacort lideró el grupo Republicano de Navarra. Lacort se presentó a las elecciones de diputados a cortes el 10 de septiembre de 1905.

Murió en Pamplona el 5 de julio de 1908. Se cuenta la anécdota que estando moribundo, fue visitado por su principal enemigo, el obispo de Pamplona, el cual le pidió que se retractara de su pasado, cuestión que no consiguió. En su recuerdo Basilio Lacort tuvo una calle en Pamplona, el primer ayuntamiento republicano el día 16 de septiembre de 1931 le dedicó una calle en el ensanche de Pamplona, en lo que hoy sería una parte de la actual calle San Fermín. Basilio Lacort fue enterrado en el cementerio civil de Pamplona en un mausoleo con una columna truncada.

Al comenzar la guerra civil en 1936, fue raspada la inscripción que figuraba en su tumba y derribada una pequeña estatuilla de bronce por elementos franquistas, que quizás sin saberlo, siguieron al pie de la letra la norma promulgada por el Papa InocencioIII, el cual prohibía enterrar en los cementerios a los excomulgados, suicidas, no bautizados , etc. . En los años setenta en el Cementerio Civil de Pamplona todavía se podía apreciar parte de su sepultura y de su monumento, habían picado todas las letras del epitafio. Pero todavía se podía leer: A la memoria de Don Basilio Lacort, fundador de 'El porvenir navarro'. En 1982 la corporación municipal aprobó reparar los desperfectos, habiéndose hecho en parte. Parece que en 1936, no pudiendo ir a por él, la emprendieron con el monumento. En uno de los tomos de las calles de Pamplona de Arazuri hay una foto curiosa: la del cura que portaba la custodia con el Santísimo en la procesión del Corpus Christi, que se mete con ella en un coche cerrado para atravesar la fachada de la casa de la calle San Antón, en la que vivió don Basilio. El obispo había excomulgado a Basilio Lacort.

Aurelio Gutiérrez Martín