Basilio
Lacort Larralde, fue un famoso militar y periodista navarro, símbolo
del republicanismo y del laicismo en la Pamplona de 1900, por lo que
fue excomulgado varias veces por la iglesia católica.
Nació
en Bera el 15 de junio de 1851 y en aquel tiempo su familia materna
administraba las casas y posesiones de Etxenikea y Zelaia. Su padre,
José Lacort natural de Bierge (Huesca), fue guardia civil y su madre
Martina Larralde era natural de Bera. Basilio a la edad de 14 años
se alistó en el cuerpo militar de su padre como guardia joven,
siendo su primer destino Elizondo.
Basilio
Lacort por su participación activa en numerosas conspiraciones
antimonárquicas pasó largos periodos en la cárcel, pero en aquella
época sobre todo destacó por la defensa a los militares
republicanos sublevados, tanto exiliados como indultados, a favor del
derecho que tenía a ocupar de nuevo cargos militares, y no
únicamente empleos civiles, como ofrecía el gobierno de Sagasta.
Basilio Lacort no entendía el agravio comparativo que suponía con
respecto a los generales carlistas, que habiendo perdido la guerra,
ocupaban algunos puestos de relieve en el ejército, cuando no eran
miembros del parlamento.
En
1870 se casó con Juana Goñi Liceaga y habiendo jurado fidelidad al
gobierno republicano de Amadeo de Saboya participó activamente en la
3ª Guerra Carlista, pasando de guardia de 1ª clase a cabo de 1ª
por sus acciones en las contiendas de: San Antón, Peñas de Arrieta,
puente de Dantxarinea, Astigarraga, Allo, Arellano, etc. Siendo así
mismo condecorado por estas y otras acciones con la Cruz Blanca al
mérito militar. A la edad de 25 años, con el empleo de Alférez y
el grado de Teniente del Ejército, combatió en la guerra Chica de
Cuba, permaneciendo en la isla del 13 de noviembre de 1876 hasta el
12 de julio de 1878. Fue
declarado benemérito de la patria y obtuvo varias condecoraciones,
entre ellas la Cruz Roja de 1ª Clase del Mérito Militar. El 5 de
Agosto de 1883, participó con su batallón en el fracasado
pronunciamiento militar republicano de Badajoz, tras el fracaso
entraron en Portugal. Emigrado en Portugal, fue conducido en un buque
de guerra a Cherburgo, Francia y de allí a Rennes, capital de la
Bretaña.
En
abril de 1884 se acercó a la frontera con un grupo de emigrados para
secundar el movimiento iniciado por el valiente Mangado, y, fracasado
éste, volvió a Rennes. Creyendo Ruiz Zorrilla que Lacort podría
prestar servicios a la causa de la revolución fue consultado, y
aceptada la comisión que se le confiaba embarcó para Orán.
Puesto
allí en inteligencia con los elementos revolucionarios de Valencia,
Alicante, Cartagena y Murcia, se hicieron algunas intentonas, siendo
la principal la toma del castillo de San Juan de Cartagena, que costó
la vida al general Fajardo. Hallándose en Orán, y a petición del
gobierno español, fue desterrado a Argel, donde permaneció dos
meses, consiguiendo después volver a Orán. Cuando los sucesos de
Villacampa se trasladó á Cartagena, donde no pudo desembarcar por
la gran vigilancia que ejercían las autoridades, reconocido el barco
por tener indicios el gobierno de que abordo pudiera haber
revolucionarios, Lacort y un capitán, ocultos en el hueco de la
maquina de la hélice burlaron el registro y fueron a desembarcar en
Santa Pola a la una de la noche conducidos en una lancha. Sabedor el
gobierno que Lacort había desembarcado, se puso la Guardia Civil en
su persecución, y en la quinta que en Beniaján tenía Antoñete
Gálvez se hallaba cuando recibió las requisitoria el comandante del
puesto de dicho punto, por quien el mismo Lacort supo que se le
perseguía.
Fracasado
el movimiento el 19 de septiembre de 1886 Lacort pudo llegar a
Alicante y rembarcarse para Orán, donde permaneció hasta el mes de
julio de 1887, en que ya amnistiado, pudo volver a España fijando su
residencia en Pamplona. Empleado en el Fiel Contraste y en las
oficinas de Estadística de Pamplona, estuvo hasta agosto de 1888,
que por orden de D. Manuel Ruiz Zorrilla pasó a Zaragoza, y de allí
a Madrid para ser secretario particular de D. Santos de la Hoz
miembro destacado del organismo republicano “El Directorio
Progresista”, y oficial de la Secretaría de la Junta directiva del
partido, trabajando a su vez en el periódico republicano "El
País" de Ruiz Zorrilla. Dentro de la lucha legal, representó
en las Asambleas del partido progresista, de la Fusión y Unión
Republicana, a los republicanos de Navarra.
Cuando
en 1880 el gobierno cambió la Ley electoral y concedió el sufragio
universal masculino, el femenino no se reconocería hasta el año
1931 con la 2ª República, el Directorio Progresista en vista de la
gran división que existía entre los grupos republicanos,
contrariamente a lo que pasaba con la Unidad carlista, encarga a
Basilio Lacort crear un boletín o semanario que sirviera de unión
entre los diferentes grupos republicanos y liberales, empresa a la
que se entregó a título personal, llegando a costearla inicialmente
de su bolsillo, realizando labores de redactor y editor.
Fijó
su residencia en Pamplona, y fundó los periódicos de Pamplona: "El
Porvenir Navarro" y "La Nueva Navarra" de los que fue
director. También promovió "El Azote" editado por sus
partidarios y colaboró en el periódico zaragozano "El Clamor".
Periodista republicano laicista, sostuvo frecuentes polémicas con
los medios católicos.
Entre
sus empresas periodísticas destaca el conocido semanario republicano
"El Porvenir Navarro", que apareció en 1898 en Pamplona
con el lema "Patria - Libertad – Orden”. Comenzó a
publicarse el 1° de mayo de 1898, con una tirada de 500 ejemplares,
la mayoría para suscriptores, periódico que desde el primer
ejemplar dejó claro su propósito de combatir al clero y al carlismo
bajo la consigna” liberales frente a la reacción, republicanos
frente a la monarquía. Muy pronto la tirada fue ampliada al millar
de ejemplares, habiendo datos de que se repartía en Lesaka y en
Endarlatza.
El
11 de noviembre de 1899 fue condenado por el Obispo de Pamplona,
Antonio Ruiz-Cabal, (obispo que en el año 1881 favoreció en Bera
la Fundación Escolapia), prohibió la lectura del EL Porvenir por
contener proposiciones cercanas a la herejía y por lo tanto el que
lo leía caía en pecado grave. Pero para el periódico anticlerical
esto era falso, puesto que su fin no era atacar a la religión, sino
combatir la intransigencia religiosa y defender la libertad de
conciencia. La campaña auspiciada por el obispo Antonio Ruiz tuvo el
efecto contrario a sus deseos, puesto que las suscripciones a El
Porvenir Navarro aumentaron, y una campaña del diario denunciando al
prelado por su afición a amontonar riquezas entre otras cuestiones,
supusieron su salida voluntaria hacia su Andalucía natal.
Al
frente de la diócesis de Pamplona a Antonio Ruiz-Cabal y Rodríguez,
el día 14 de noviembre de 1899, le sucedió otro Obispo, el agustino
Fray José López Mendoza y García, que llegó a excomulgar
nominatium a Lacort y de forma genérica, a cuantas personas
escriban, sostengan, editen, vendan o lean El Porvenir Navarro. La
amonestación canónica se publico en el Boletín Oficial
eclesiástico el 28 de noviembre de 1900, y el Gobernador Civil de
Pamplona, Genaro Pérez Moso, suprimió "El Porvenir Navarro"
el 8 de diciembre, después de haber logrado el propio prelado la
adhesión popular en una manifestación callejera contra Lacort ese
mismo año.
En
la defensa del obispo destacó Juan pedro Arraiza, el cual siendo
diputado navarro y a través de la Asociación san Luis Gonzaga, se
dirigía a la juventud en defensa de la región católica y de su
obispo. Este obispo en su momento, tras una disputa con el director
del periódico “Diario de Navarra” prohibió a los sacerdotes su
lectura, lo cual dice mucho de su intransigencia.
Posteriormente
el Gobierno Civil autorizó a Lacort la publicación de un nuevo
semanario que titulo "La Nueva Navarra", que también fue
condenado. Su publicación provocó la aparición de una réplica
integrista llamada "La Vieja Navarra" semanario aparecido
en Pamplona el 23 de diciembre de 1900, dirigido por Benito Valencia,
abriéndose un periodo de fuertes controversias, la mayoría subidas
de tono, lo que le valieron al periodista anticlerical su segunda
excomunión.
A
tenor de la polémica apareció en Pamplona en el año 1901 una nueva
publicación el semanario "El Azote", defensor de Lacort,
al que el obispo acusó de defender los errores modernos como "el
sufragio, el jurado, la tolerancia religiosa, los actos civiles, la
secularización de los cementerios, la libertad de emitir libremente
cada cual sus ideas de palabra o por escrito...", En sus
réplicas, Lacort argumentaba no tocar el tema religioso sino
únicamente el clerical. Lacort, dice Lecea, "vino a ser una
especie de símbolo del republicanismo y del laicismo, con todo lo
que esto debía suponer en la Pamplona de principios de siglo".
Fue acusado de cometer errores de modernidad por defender: el derecho
al sufragio universal, el jurado popular, la tolerancia religiosa, la
secularización de los cementerios y la libertad de poder emitir cada
cual sus ideas, bien orales o por escrito.
Sus
polémicas fueron ampliamente comentadas en la prensa de Madrid y
provincias. Como político, fue en varias ocasiones candidato al
Congreso, pero nunca logro el acta de diputado. Durante los primeros
años de la centuria, Lacort fue además el instigador de las
principales manifestaciones republicanas que hubo en Pamplona y el
aglutinador del pequeño cuerpo electoral que expresaba ese
pensamiento en los comicios, y logró sacar algunos concejales por la
capital.
Para
hacerle frente, la ultraderecha católica editó “La Vieja Navarra
“y “La Solución”. Del periódico La Solución hay que decir
que fue el proyecto de diario más breve de la historia española,
pues salió a la calle el 17 de mayo de 1901, y tras nulas ventas, al
día siguiente desapareció para siempre.
En
1903 asistió a la Asamblea de Madrid de la Unión Republicana.
Basilio Lacort lideró el grupo Republicano de Navarra. Lacort se
presentó a las elecciones de diputados a cortes el 10 de septiembre
de 1905.
Murió
en Pamplona el 5 de julio de 1908. Se cuenta la anécdota que
estando moribundo, fue visitado por su principal enemigo, el obispo
de Pamplona, el cual le pidió que se retractara de su pasado,
cuestión que no consiguió. En su recuerdo Basilio Lacort tuvo una
calle en Pamplona, el primer ayuntamiento republicano el día 16 de
septiembre de 1931 le dedicó una calle en el ensanche de Pamplona,
en lo que hoy sería una parte de la actual calle San Fermín.
Basilio Lacort fue enterrado en el cementerio civil de Pamplona en un
mausoleo con una columna truncada.
Al
comenzar la guerra civil en 1936, fue raspada la inscripción que
figuraba en su tumba y derribada una pequeña estatuilla de bronce
por elementos franquistas, que quizás sin saberlo, siguieron al pie
de la letra la norma promulgada por el Papa InocencioIII, el cual
prohibía enterrar en los cementerios a los excomulgados, suicidas,
no bautizados , etc. . En los años setenta en el Cementerio Civil de
Pamplona todavía se podía apreciar parte de su sepultura y de su
monumento, habían picado todas las letras del epitafio. Pero todavía
se podía leer: A la memoria de Don Basilio Lacort, fundador de 'El
porvenir navarro'. En
1982 la corporación municipal aprobó reparar los desperfectos,
habiéndose hecho en parte. Parece que en 1936, no pudiendo ir a por
él, la emprendieron con el monumento. En uno de los tomos de las
calles de Pamplona de Arazuri hay una foto curiosa: la del cura que
portaba la custodia con el Santísimo en la procesión del Corpus
Christi, que se mete con ella en un coche cerrado para atravesar la
fachada de la casa de la calle San Antón, en la que vivió don
Basilio. El obispo había excomulgado a Basilio Lacort.
Aurelio
Gutiérrez Martín
Hola,
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante la historia de Basilio Lacort, republicano inasequible al desaliento de la Navarra más clerical y cerril. Me gustaría saber dónde podría encontrar más información sobre su biografía, y si tiene obra publicada. Le dejo un e-mail de contacto, por si fuera tan amable de darme alguna pista más. Muchas gracias y felicidades por el artículo.
Eduardo
Eduardo me gustaría ponerme en contacto contigo pero no localizo el e-mAIL. Saludos Aurelio
EliminarHola Aurelio, perdona, que no había visto ahora este comentario:
ResponderEliminareduardolaporte@gmail.com
Saludos