El
31 de agosto del año 1988 coincidiendo con el 175 aniversario del
incendio de San Sebastián por el ejército inglés, la Caja de
Ahorros Municipal de San Sebastián editó y regaló a sus socios una
revista que contiene algunos partes de guerra que se publicaron el
sábado 18 de setiembre del 1813 en el periódico The Edinburgh
Evening Courant.
La
intención de este artículo es recoger las referencias más directas
a los sucesos de aquel día 31 de agosto con la población de Bera y
el puente San Miguel. Reseñar que por casualidades históricas, en
dicho puente existe una lápida en la cual sé hace referencia al
oficial de la armada inglesa del 95º.Infantería, 3er batallón:
capitán Daniel Cadoux, muerto en la mañana del primero de
setiembre. Sin olvidar que en dicho día y lugar también murió el
general Vandermaesen que mandaba al ejército francés, y a los
anónimos soldados y civiles muertos por efectos de la guerra.
En
dicha placa aparece en inglés”To the Glory of god….who, on 1
september 1813 against the furious atiack o a french division his
fame can never die (Sir Harry Smith) erected by the Rifle brigada and
his relatives” que está traducido como”…peleando por la
independencia de España en unión de sus heroicos compañeros
españoles.” Siendo lo más correcto “…murieron gloriosamente
defendiendo este puente contra el furioso ataque de una división
francesa su fama no puede morir.”
Despacho
del Mariscal del Campo, el Marqués de Wellington al Conde de
Bathurst en Lesaka, 2 de setiembre 1813.
Señor
mío:
Se
abrió fuego contra la fortaleza de San Sebastián el 26 de agosto”…
A fin de asegurarlos aún más en su posición, movilicé dos
brigadas de la 4ª división, el día 30, al convento San Antonio,
una de las cuales al mando del Teniente General Sir Cole, se trasladó
el mismo día a la sierra de Aya, la otra, la mañana del 31, bajo el
mando de la 9ª brigada portuguesa en el alto, entre el convento,
Vera y Lesaca.
La
brigada del Comandante General Inglis de la 7ª División fue
movilizada el día 30 al puente de Lesaca.
El
enemigo cruzó el Bidasoa por los vados entre Andara (Endarlatza) y
el puente destruido en la carretera general, antes del amanecer del
día 31, con fuertes contingentes de tropas, con los que se llevaron
a cabo un desesperado ataque a todo lo largo de las posiciones de las
tropas españolas en el alto de San Marcial. Fueron rechazados,
algunos incluso a través del río…”
“Casi
al mismo tiempo de cruzar el enemigo el Bidasoa frente al alto San
Marcial, cruzaron asimismo el río con aproximadamente tres
divisiones de infantería, en dos columnas, por los vados bajo Salin
(?), frente a la posición ocupada por la 9ª brigada portuguesa.
Ordené que el Comandante General Inglis ayudara a esta brigada, y
envié a un emisario al teniente general Conde de Dalhouse con el
ruego de ponerse en marcha en dirección al Bidasoa, en ayuda del
comandante general Inglis. Este a su vez descubrió que era imposible
mantener la cumbre entre Lesaka y el Bidasoa, y se retiró a las
cercanías del convento de san Antonio, cuya posición mantuvo.
El
enemigo, sin embargo, después de su fracaso en conseguir la posición
del ejército español en el alto de San Marcial, dándose cuenta de
que el comandante general Inglis había tomado una posición de la
que no podían moverse, que al mismo tiempo cubría y protegía el
lateral del ejército español y las proximidades de San Sebastián
por Oyarzun, y que la situación por la izquierda del Bidasoa
resultaba cada vez más crítica, se retiró durante la noche.
La
lluvia caída durante la tarde y la noche hizo subir el caudal del
río de tal forma que la retaguardia se vio obligada a cruzarlo por
el puente de Vera. Para llevar a cabo este objetivo, atacaron a las
tres de la madrugada las posiciones de la brigada ligera del
comandante general Skerrett desde el puerto de Vera y desde la parte
izquierda del Bidasoa. Aun cuando el estado del terreno se hizo
impracticable para impedir por completo el paso del puente sin luz
diurna, se efectuó bajo los disparos de una gran parte de la brigada
del comandante general Skerrett, y las pérdidas del enemigo en la
operación tuvieron que ser considerables. Mientras sucedía esto al
lado izquierdo del ejército, el mariscal de campo Don Pedro Girón…”
WELLINGTON
Para
entender mejor la climatología de aquella noche, nada mejor que
recordar un párrafo de una carta enviada a Londres por Jonathan
Leach, recogido en el libro de Carlos Santacara, “Navarra 1813, El
país que vieron los soldados británicos de Wellington”.
“…He
estado expuesto a todo tipo de temporales en todas las estaciones,
pero los truenos, rayos y lluvia, el estruendo del Bidasoa y sus
arroyos tributarios, la total oscuridad seguida por las vívidas
luces de los relámpagos, hicieron nuestro descenso de los montes,
por sendas estrechas y rocosas, tan lento y cansado, que puedo decir
que fue una de las peores noches que puedo recordar...”
Aurelio
Gutiérrez Martín
Azken urtetan-zuk baino lehen- San Migel zubiaren istoriari buruz idatzi dute beratar batzuk. Eta zuk mesprezatu omen zenituen lan horiek "ez zela inportantea gertaera hori" esanez.
ResponderEliminarAldatu duzu zure iritzia ala?
Anónimo, no te sientas ofendido si en alguna ocasión con respecto a alguna publicación tuya, privadamente he realizado un comentario, no sobre la historia relatada, sino sobre parte del contenido, sobre todo cuando se dan cifras de muy difícil demostración.
EliminarLo que publique o no, depende exclusivamente de mi, y si te digo que al último que pediría un consejo sería a un anónimo.
Hemen, Donostian bezala, ematen du garrantzia bakarra ejerzitoen gora berak direla. Herritarrek jasan zituztena ez dago idatzita inongo "parte de guerra" baina Euskal Herriarekin ezer ikusirik ez zeukaten ejerzitu haien gerrak herritarrek sufritu zuten. Asko dugu egiteko oraindik.
ResponderEliminarhttp://donostia1813-2013.blogspot.com.es/